28 de marzo: Eulalia Pérez Sedeño









Eulalia Pérez Sedeño (1954)


Obdulia Torres González




Si hay una palabra que pueda definir a Eulalia Pérez Sedeño es la de pionera. Pionera en introducir los estudios de ciencia y género en España, pionera en ser la primera mujer catedrática del área de Lógica y Filosofía de la Ciencia, en ser la primera mujer directora del FECYT, la precursora de la introducción de los módulos de género en los cursos para el profesorado de secundaria, ... En una disciplina como la filosofía, tan sumamente masculinizada, los logros anteriores son importantes. 
Eulalia comienza su carrera investigadora en lógica con una tesina que tuvo por título "Un sistema libre se supuestos existenciales", bajo la dirección de Alfredo Deaño, pero pronto abandona esa línea y se pasa a historia de la ciencia. Concretamente su tesis doctoral y sus primeras publicaciones tratan sobre historia de la astronomía antigua, aunque con un análisis netamente filosófico que desentrañaba el papel de la teoría, de la experiencia y de la observación en el desarrollo de los modelos cosmogónicos. 

Es en 1988 en la Universidad de Cambridge donde inicia la investigación que vertebrará toda su carrera: los estudios de género.  Eulalia ha emprendido los estudios sobre las mujeres prácticamente desde todas las perspectivas abordables desde un punto de vista filosófico: la recuperación de mujeres olvidadas, las epistemologías feministas, los sesgos de género en la investigación científica, la situación de la mujer en los sistemas de ciencia y tecnología... Según ella misma cuenta, el punto de partida fue la publicación en 1993 del número de la revista Arbor titulado Mujer y Ciencia. Allí bajo el explícito título de “No tan bestias” hace una recuperación de algunas de las mujeres olvidadas de la antigüedad. Si atendemos a sus publicaciones, a partir de ahí comienza una línea de investigación que refleja las dificultades de las mujeres para acceder a la ciencia, ya sean los supuestos obstáculos de índole biológico, los institucionales o los sociales. Todavía estaba fresco el informe ETAN, cuando Eulalia realizó el primer informe de indicadores que reflejaba la situación de la mujer en el sistema académico español. El impacto de ese trabajo en las mujeres de la comunidad académica fue enorme. Por fin había datos que reflejaban de forma inequívoca y sin lugar a duda las situaciones de discriminación que las mujeres habían estado soportando durante años. Ese trabajo fue objeto de una enorme divulgación y abrió la puerta a una línea de investigación que ha fructificado, no sólo en indicadores, sino en análisis de los factores que subyacen a la discriminación y las medidas políticas con las que abordarlo. En el año 2006, en ese afán de recuperación de mujeres olvidadas y de búsqueda de modelos que animaran a las mujeres a emprender los estudios de lógica, publica "Las lógicas que nunca nos contaron" donde retoma el tema de la lógica que nunca había vuelto a surgir en su currículum y que dedica a la memoria de su primer maestro, Alfredo Deaño.

A partir de 1995, que regresa de una estancia en Berkeley, Eulalia lidera los estudios conocidos como Ciencia, Tecnología y Género. En este ámbito hay que realzar su papel como dinamizadora cuando organiza, por primera vez, un Congreso bajo ese nombre que se convertiría en uno de los Congresos Internacionales más importantes en estudios de género, me refiero al Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología y Género que desde 1996, se ha venido organizando de forma ininterrumpida, cada dos años, a este y el otro lado del Atlántico. Ello ha permitido aglutinar a un enorme número de investigadoras iberoamericanas en la Red Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Género, financiada por CYTED, formada por más de 80 investigadoras de 10 países y coordinada por ella. 

Un aspecto importante de su investigación ha sido la presencia de valores contextuales en la ciencia, especialmente los valores de género. Su último  libro Las mentiras científicas sobre las mujeres es un ejemplo de este enfoque, pero también, los sucesivos proyectos de investigación que ha liderado, en lo que ha denominado tecnologías del cuerpo: Interacciones CTS en Ciencias Biosociales y Tecnologías Médicas (CICYT 2004-2006), Ciencias y tecnologías del cuerpo desde una perspectiva CTS (MEC 2007-2009),  Cartografías del cuerpo (MICINN, 2010-2012),  Visiones y versiones de las tecnologías biomédicas: gobernanza, participación pública e innovaciones ocultas (MINECO, 2013-2015) y  Voces múltiples, saberes plurales y tecnologías biomédicas (MINECO, 2016-2018). En esta línea recupera una preocupación inicial de sus años en Cambridge cuando pensaba que debía abordar el estudio de la Medicina pues esta y la Astronomía Antigua aunque son disciplinas diferentes comparten problemas y métodos similares. Otra obra donde la autora vuelve a sus inicios y los combina con los estudios de género es el libro Un universo por descubrir: género y astronomía en España donde recupera la historia de grandes astrónomas y lo complementa con un estudio de indicadores acerca de la presencia de la mujer en la astronomía en España. 

Creo que podemos decir que la Astronomía, los estudios de Género y la Medicina han sido sus tres grandes pasiones y a lo largo de su carrera ha ido tejiendo y destejiendo las relaciones entre ellas. 










Ilustración de Elena Gutiérrez Roecker 

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