23 de marzo: Ángela Sierra









Ángela Sierra González (1945)


Mª José Guerra Palmero



Nuestra filósofa canaria nació en Caracas. Venezuela, durante el siglo XX fue la “octava isla” canaria, dada la inmigración masiva que se dio en la década de los cuarenta y cincuenta hacia allá, por parte de los isleños, y de los lazos comerciales y afectivos, que se fueron tejiendo en las idas y venidas a través del Atlántico. Ángela Sierra nunca ha dejado de sentir con fuerza los avatares venezolanos. 

Su pasión por toda Latinoamérica, pasión que compartimos, la llevó a fundar en la Universidad de La Laguna el Centro de Estudios Latinoamericanos junto con María Lourdes González Luis. Hemos sido muchas veces compañeras de viaje en Colombia, Argentina, Perú y, sobre todo, México. Países en los que nos sentimos como en casa, porque ambas tenemos grandes amigas y amigos, a los que no puedo dejar de citar, como Germán Londoño, Marieta Quintero, María Luisa Femenías, Teresa Arrieta, Dora Elvira García, Griselda Gutiérrez, José Mendívil y Salvador Arellano entre otros y otras. No en vano, Ángela ha sido el alma de la propuesta de Campus América que se desarrolló en la Universidad de La Laguna en octubre de 2017, y en el que tuvimos la alegría de reunirnos en torno a foros de debate sobre violencia política, derechos humanos y migraciones. La búsqueda de la paz y el proceso colombiano tuvieron protagonismo indudable en esta efeméride.

Ángela Sierra estudió Derecho y Filosofía en Barcelona, en los años previos a la transición. Su implicación política en el antifranquismo fue una constante, militando activamente. Su tesis la dirigió Emilio Lledó, profesor y especialista en los griegos, que, antes de recalar en Barcelona, había suscitado mucha expectación en la Universidad de La Laguna. A él le corresponde la apertura de la Filosofía española a la alemana, a la hermenéutica, al final del franquismo. Lledó fue, años después, nombrado Doctor Honoris Causa en la universidad lagunera. Durante décadas, Ángela ejerció de abogada y es sobresaliente su actuación en casos de divorcio. Ahora se habla de perspectiva de género en la asistencia letrada, ella la tuvo y la aplicó desde el principio. Gran parte de su sabiduría práctica y de su labor pacificadora la relaciono con esta loable actividad suya.

El pensamiento utópico y la filosofía griega han sido los temas más destacados de la obra filosófica de Ángela Sierra. En 1987 publica Las utopías. De los estados soñados a los estados reales y Los orígenes de la ciencia de gobierno en la Atenas clásica en 1992.  Fue profesora del departamento de Filosofía y decana de la Facultad durante dos periodos en los que trabajé junto a ella, y con Margarita Vázquez como vicedecana, en un equipo sólo de mujeres, lo que según la prensa del momento era una novedad. Ha colaborado, asimismo, con numerosos proyectos de investigación liderados por la filósofa del Derecho Cristina Sánchez de la Universidad Autónoma de Madrid. Hace unos años fundó la Cátedra Hercritia (ULL-UNED) junto a Teresa Oñate y el despliegue de su labor editorial y académica no ha cesado nunca. 

Junto a la vertiente filosófica, la política y la feminista tienen que ser añadidas. Ángela fue eurodiputada por Izquierda Unida desde 1994 a 1999 y una de las feministas históricas del movimiento en Canarias. Representa, junto con otras activistas y pensadoras, la generación pionera. Un aspecto no suficientemente analizado del movimiento feminista es su carácter intergeneracional y como las mayores, en los años de la Transición, organizaban una escuela informal para las más jóvenes, en las que leíamos, aprendíamos y discutíamos de política, filosofía y feminismo. Ángela, en concreto, fue una maestra del feminismo socialista y le agradezco su colaboración en la obra 20 Pensadoras del siglo XX (2006) sobre la gran Alexandra Kollontai. En una Facultad de Filosofía, cuando yo estudié, era junto con otras dos jóvenes profesoras, Ángeles Macarrón y Teresa Gónzalez de la Fe, la referencia indiscutible de la posibilidad de la existencia de esa figura aún improbable: la filósofa. Apenas sabíamos de la existencia de mujeres filósofas en un canon que iba de Platón a Sartre. La incorporación de las mujeres a la filosofía en España aún está por narrar y Ángela Sierra tiene su papel en ella.

De hecho, yo conocí a Ángela Sierra, cuando tenía diecisiete años, de la mano de mi profesora, otra maestra de filosofía feminista, Ana Hardisson. Estudiaba el último curso en el Instituto. Asistí a varios encuentros que se celebraran en su despacho, en Santa Cruz de Tenerife, en los que se desarrollaba un club de lectura, que me abrió un horizonte nuevo y claves interpretativas de mi propia vida y de la sociedad en la que vivíamos, por los años ochenta del siglo pasado. Recuerdo, especialmente, la sesión dedicada al libro de la escritora catalana Esther Tusquets El mismo mar de todos los veranos, publicada en Anagrama, en la que la ruptura con los moldes obligatorios para la felicidad de las mujeres se quebraba. En los últimos años, Ángela Sierra ha dirigido una colección de Filosofía en la editorial catalana Laertes, que dirige Carmen Miret, promoviendo el análisis de cuestiones que van desde la filosofía griega, el pensamiento de Foucault hasta los análisis del populismo. Ha sido toda su vida una líder organizativa nata, un sin parar de activismos diversos y siempre ha cultivado, con sus amigas y amigos, ese secreto Jardín que identificamos con Epicuro, uno de sus clásicos más queridos.













Ilustración de Elena Gutiérrez Roecker 

Licencia de Creative Commons












Comentarios