Femenías, M. L. (2003). Judith Butler. Madrid, España: Ediciones del Orto.
Por Ana Isabel Hernández Rodríguez *
María Luisa Femenías es una filósofa nacida en Argentina el 18 de agosto de 1950. Estudió Filosofía en la Universidad de Buenos Aires y realizó su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid. Allí, entre 1990 y 1991, participó en un seminario, Feminismo e Ilustración, que estaba liderado por otra filósofa de renombre que, más tarde, dirigiría su tesis doctoral: Celia Amorós Puente. La tesis de Femenías, defendida en 1995, llevó por título Aristóteles: reconstrucción de una legitimación, y se publicaría un año después como Interioridad y exclusión: un modelo para desarmar.
En la actualidad, además de impartir cursos y conferencias en América y Europa, Femenías es profesora consulta en la Universidad Nacional de La Plata. La suya es una vida, qué duda cabe, de esa dinamicidad infatigable que solo puede emerger cuando la pasión por la investigación filosófica es extraordinaria. Ha sido de tal magnitud su trayectoria académica que en 2016 la Fundación Konex la condecoró, dentro de la categoría de Estudios de Género, junto a Dora Barrancos, Clara Coria, Eva Giberti y Diana Maffía. Femenías es una de las más reconocidas especialistas de la que, según muchas voces académicas, es la filósofa del género por excelencia: Judith Butler. Por ello, fue una de las lecturas fundamentales en la elaboración de mi tesis, sobre todo su interpretación de la posición controversial de Butler respecto al “la mujer no nace, se hace” de El segundo sexo (1949) de Simone de Beauvoir. Dicho brevemente, Femenías afirma que Butler forzó los presupuestos existencialistas de Beauvoir en aras de salvaguardar sus propias convicciones y defender la proliferación de géneros, más allá del dualismo tradicional y excluyente.
Entre las publicaciones de Femenías sobre Judith Butler destacan “Butler lee a Beauvoir. Fragmentos para una polémica en torno del sujeto” (1998); “Butler y Beauvoir en diálogo imposible” (1999); Sobre sujeto y género. Lecturas feministas desde Beauvoir a Butler (2000); Judith Butler. Introducción a su lectura (2003); “Breve recorrido por el pensamiento de Judith Butler” (2009, con Rolando Casale); “Butler, la muerte del Hombre y el sujeto opaco” (2013); Judith Butler, su filosofía a debate (2013, con Virginia Cano y Paula Torricella); Judith Butler: las identidades del sujeto opaco (2015, con Ariel Martínez); Dos lecturas sobre el pensamiento de Judith Butler (2015, con Pamela Celeste Abellón y Magdalena de Santo); “Posfundacionalismo y contingencia: Butler y el problema del sujeto” (2015) y “Butler: ¿método para una ontología política?” (2017, con Rolando Casale). Dada la necesidad de acotamiento, en esta recensión sobre la obra de María Luisa Femenías me voy a detener en un libro que es pequeño (solo) en dimensiones. Publicado por Ediciones del Orto, formó parte de una colección que se denominó Biblioteca de Mujeres. Dirigida por Cristina Segura Graiño, esta Biblioteca tuvo desde el principio una finalidad tan clara como imprescindible: rescatar de las tinieblas del olvido a algunas mujeres que, a pesar de sus valiosas contribuciones, no han logrado el reconocimiento que merecen y han sido relegadas a los márgenes de “lo que importa”. Judith Butler (2003) ocupa el número cuarenta y nueve de la colección, antes del que versa sobre la teórica revolucionaria Rosa Luxemburgo y después del de la escritora Eulalia Galvarriato, finalista del Premio Nadal en 1946.
Desde las primeras páginas, Femenías señala que la filosofía post-estructuralista de Butler, así como sus antecedentes, ha tenido una amplia difusión fuera de los ámbitos académicos que, en realidad, ha sido inversamente proporcional a su comprensión. Es decir, de Butler se ha hablado mucho y, sin embargo, se la ha leído, y entendido, más bien poco. Por ello, la gran aportación del análisis de Femenías consiste en brindar, de una manera precisa y certera, ciertas claves interpretativas en aras de facilitar su entendimiento.
Uno de los aspectos más subrayados por Femenías es que la filosofía butleriana tiene un fuerte contenido anti-intuitivo. De hecho, niega uno de los pilares de la cultura occidental: la naturalidad del dimorfismo sexual. La división de la humanidad en dos sexos, y solo dos, es en la obra de Butler una maniobra cultural que obedece, por un lado, a intereses disciplinares y, por otro lado, al afán de supervivencia de una matriz de sentido heterosexual que prima la reproducción. Este es un planteamiento que, cómo no, incide directamente en la forma de concebir las identidades masculina y femenina que son nucleares para el feminismo como movimiento reivindicativo. Me explico: al hacer de la identidad un asunto plenamente discursivo que crea efectos sedimentados de realidad, el feminismo de raigambre ilustrada le critica a Butler, tan adherida a supuestos postmodernos, que el sujeto mujer se diluye en una serie de actos y, por tanto, imposibilita una delimitación clara de los espacios de poder que hacen flaquear las protestas feministas. Se le asesta un golpe de muerte a la categoría de sujeto tal y como la han concebido los movimientos de liberación clásicos y, en definitiva, la agencia, en tanto entretejida en las relaciones mismas del poder con el que rivaliza, ofrece una propuesta con unas posibilidades que, para la lucha de las mujeres, son políticamente limitadas. Esta opinión de Femenías, que hace del proyecto político de Butler un itinerario incapaz de establecer estrategias para atacar la subordinación de los géneros, coincide con la de Sheila Benhabib en el ámbito anglosajón y con la de Celia Amorós en el contexto hispano.
Para terminar, me parece conveniente subrayar que las reservas de Femenías respecto a la filosofía de Butler no le impiden reconocer en esta elementos muy rescatables. Por ejemplo, El género en disputa. El feminismo y la subversión de la identidad (1990), así como otras obras posteriores, hacen de Butler una filósofa que se enfrenta y bloquea, de una manera muy certera, a la amenaza de desestructuración psicológica y civil que recae en aquellas personas que no viven el género según las normas aceptadas. Así, es una autora clave en los debates más candentes que están protagonizando nuestra contemporaneidad.
*Ana Isabel Hernández Rodríguez es doctora en Filosofía por la ULL. Actualmente es profesora de filosofía en el IES Alcalde Bernabé Rodríguez y tutora en la UNED.
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