Eleonora Orlando (¿Puede un personaje literario estar durmiendo en una playa? Ficción, referencia y verdad)



Orlando, E. (2018). ¿Puede un personaje literario estar durmiendo en una playa? Ficción, referencia y verdad. En Freund, M. A., Fernández de Castro, M. y Ruffino, M. (Eds.), Logic and Its Philosophy: Recent Trends in Latin-America and Spain (pp. 281-295). Londres: College Publications. 

Por Pablo Vera Vega *


Eleonora Orlando existe. Es una filósofa argentina y se dedica a la Filosofía del Lenguaje. Es Master en Filosofía por la University of Maryland, y obtuvo su doctorado también en Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. En esa misma universidad imparte docencia como Profesora Asociada en la cátedra de Filosofía del Lenguaje. Además, es adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, preside la Sociedad Argentina de Análisis Filosófico y es forma parte del Comité Editorial de la revista Análisis Filosófico. 

Dentro de la Filosofía del Lenguaje, se ha dedicado con especial atención a la semántica filosófica. Ha investigado las posibilidades del contextualismo semántico así como también los problemas a los que conduce el relativismo respecto de la noción de verdad. Es también notorio su trabajo respecto de las teorías de la referencia, a las cuales dedicó el manual Concepciones de la referencia (1999). De su investigación en torno al concepto de referencia se ha seguido una profundización en la semántica de los términos de ficción, que es a lo que dedicaré esta reseña. En los últimos años se han sumado a su investigación los juicios de valor estético, la filosofía de la literatura y los insultos y términos peyorativos en general. 

Que la filosofía hable de la ficción no es nada extraño aunque para algunos pueda resultar impropio. Si el objeto del conocimiento filosófico no es, desde luego, la mera ficción si no que, de alguna manera, pretende la verdad, ¿para qué estudiar los elementos de la ficción? Una primera respuesta podría ser la de que a pesar de que la ficción se disocia de la realidad, no logra hacerlo enteramente y, por ello, hay elementos en la ficción que por su comunión con la realidad, no dejan de interesar al público filosófico. Además, las notas propias que puedan abstraerse de la ficción en tanto que ficción pueden servir igualmente como punto de analogía desde el que proceder al estudio de la realidad, lo cual, por cierto, extiende e intensifica la noción de realidad que manejamos. Preguntar, como hace Orlando, si puede un personaje literario estar durmiendo en una playa nos permite, entre otras cosas, reflexionar sobre lo que significa o implica nuestra noción de referencia aún a fuerza de violentar los perfiles de lo que es la realidad y de lo que, por contra, es la ficción. 

En el artículo que nos ocupa, Orlando analiza las paradojas a las que nos conduce el uso de los términos de ficción en el discurso. Hay enunciados que, quizás por su cotidianidad, presentan una relación con la verdad ciertamente peculiar. Intuitivamente, nos dice Orlando, el enunciado “Ulises duerme en una playa de Ítaca” es verdadero. No obstante, Ulises no existe. ¿Cómo es posible que intuitivamente se pueda decir con verdad que Ulises duerme en una playa de Ítaca y, a la vez, negar, también con verdad, que Ulises exista? Para resolver esta paradoja Orlando hace uso del aparato crítico que ha generado la tradición analítica en la Filosofía del Lenguaje. En particular, se decanta por una posición abiertamente abstractista, que, aún a pesar del nombre, nada tiene que ver ni con Kandinsky o ni con Pollock. En esta discusión, por abstractismo se entiende la postura filosófica que, contra el deflaccionarismo de Rorty, Frege o Russell, asume un compromiso ontológico expreso, al igual que ya hicieron Meinong o Lewis, y afirma que los entes de ficción tales como Hamlet o Don Quijote existen, pero abstractamente. Es una postura filosófica sostenida ya por Kripke y Thomasson, entre otros. En su aplicación al caso de los personajes de ficción, lo que se asume es que esa abstracción tiene su origen en una actividad humana de tipo creativo. 

Naturalmente, la del abstractismo no es una posición cómoda por entero ni exenta de problemas. Para el caso de Ulises durmiendo en una playa de Ítaca, se da la paradoja de que, al afirmar la verdad de un enunciado así, un abstractista está diciendo que hay una entidad abstracta durmiendo en una playa. La distinción entre instanciar y codificar les ha servido a algunos abstractistas para salvar este escollo. Otra opción, esta vez dependiente de la metafísica de mundos posibles, ha sido la de asumir que en “Ulises duerme en una playa” interviene aunque sea tácitamente, el operador intensional de ficción “según lo que se relata en la Odisea”. Ninguna de estas opciones satisface a Orlando: la primera, por oscura, no soluciona nada y la segunda duplica el problema al introducir de manera subrepticia la distinción entre posibilidades ficticias y reales referidas a los mundos posibles en los que existe el relato de la Odisea. Esta última opción genera gran tensión en el abstractismo pues asume que el personaje de ficción es un designador rígido y, por tanto, abstracto a la vez que afirma su realidad concreta en algún mundo posible. 

La vía que Orlando defiende es la del Enfoque de Cambio de Contexto, que le debe, al menos en parte, a Predelli y a Recanati. Fundamentalmente, esta idea lo que nos sugiere es que al presentársenos un enunciado en el que interviene un término ficticio la evaluación de su verdad no depende del contexto fáctico de emisión. Tampoco de un mundo posiblemente real en que esa ficción se dé de hecho. Su verdad se debe al mundo de ficción del que ese enunciado recibe su sentido. La evidencia de la transformación imaginativa de lo ficticio es lo que nos permite pensar las posibilidades de la ficción sin comprometer una metafísica de mundos posibles más allá de las posibilidades de la ficción. Esta última perspectiva nos permite reconocer las verdades intuitivas del discurso cotidiano sobre la ficción a la vez que nos dota de estrategias conceptuales bastante precisas para acometer análisis ulteriores.


*Pablo Vera Vega es investigador predoctoral en el programa de doctorado interuniversitario en Filosofía de la ULL

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