Arleen Salles (La neuroética se ocupa de lo bueno y lo malo de manipular el cerebro)


Salles, A. (4 de septiembre de 2018). La neuroética se ocupa de lo bueno y lo malo de manipular el cerebro. La Nación. Recuperado de https://www.lanacion.com.ar/sociedad/arleen-salles-la-neuroetica-se-ocupa-lo-nid2168733/

Por Natividad Garrido Rodríguez *


Arleen Salles es una filósofa argentina con una gran proyección internacional. En 1982 termina sus estudios de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. En los años siguientes, completará su formación académica en la Universidad de Buffalo, en donde finaliza en 1982 el “Master of Arts” con un trabajo titulado, Moral and Intrinsic Good: an Excursion through Bloomsbury's Principia Ethica.

Y en 1992, el doctorado con su tesis, Emotions and Moral Character: A Defense of the Role of Emotion in a Moral Life.

Actualmente, Arleen Salles es investigadora Senior del Centre for Research Ethics & Bioethics (CRB) de la Universidad de Uppsala. Además, es directora del Programa de Neuroética del Centro de Investigaciones Filosóficas (CIF) en Buenos Aires, investigadora en el subproyecto Ethics & Society del Human Brain Project (HBP) de la Unión Europea y forma parte de la junta del International Neuroethics Society. Las principales líneas de investigación de Arleen Salles son la ética aplicada y la bioética y en los últimos veinte años, también, se ha especializado en la disciplina neuroética.

Para introducirnos en las cuestiones principales del trabajo de Arleen Salles en estos últimos años, se reseña una video entrevista que le realiza la periodista científica Nora Bär para el periódico argentino,

La Nación. Esta video entrevista fue publicada en 2018 con el rótulo: “La neuroética se ocupa de lo bueno y lo malo de manipular el cerebro”. El objetivo principal de la misma es dar a conocer qué es la neuroética y el enfoque particular que esta filósofa argentina da a sus investigaciones.

Arleen Salles comienza señalando cómo y cuándo aparece la disciplina de la neuroética. Todo ocurre en mayo de 2002, en un congreso científico organizado por la Universidad de California y la Universidad de Stanford en San Francisco. Este congreso, reunía a diversas personalidades del mundo académico y político para reflexionar sobre las distintas investigaciones que se estaban llevando a cabo en el campo de la neurociencia. La filósofa recuerda de este momento como, en su intervención, el periodista científico William Safire emplea el término de neuroética y propone una primera definición, entendiéndola como una disciplina que cuestiona y examina “lo bueno y lo malo en la manipulación del cerebro”. A partir de ahí, nos cuenta, el concepto “neuroética” empieza resonar con más fuerza. Ese mismo año, se publican las actas de ese Congreso en San Francisco con el título, Neuroethics. Mapping the Field (2002), y desde entonces, se realizan cada vez más congresos y se publican más investigaciones en torno a esta nueva disciplina. Además, vemos aparecer las primeras Asociaciones de Neuroética y los grandes proyectos internacionales, como en el que participa nuestra autora.

En todo este periodo de desarrollo de la neuroética, las voces intelectuales proponen distintas interpretaciones de cómo entender esta nueva disciplina. Arleen Salles nos resume en esta entrevista las tres perspectivas que hay en torno a la neuroética. La primera interpretación propone entender y estudiar la neuroética como una parte de la bioética dedicada a los problemas prácticos de la neurociencia como, por ejemplo, el trato que recibe sujeto en las investigaciones, la autonomía o el conocimiento informado, etc. La segunda forma de entender esta nueva disciplina es en el marco de la filosofía de la mente, principalmente, a partir de cuestiones como la relación entre la mente y el cuerpo. Finalmente, nos presenta la perspectiva que ella y su grupo de trabajo en el Human Brain Project defienden.

Se trata de una visión de la neuroética mucho más amplia que las anteriormente presentadas. En este punto, Arleen Salles nos señala que la neuroética tiene que ser entendida como una disciplina que desarrolla su actividad en tres áreas principales. En primer lugar, se encuentra el ámbito de la “neurobioética” en el que incluye los problemas prácticos de los que se ocupa la bioética (el principio de autonomía, de justicia, etc.). La segunda es la “neuroética empírica” y hace referencia a aquellos estudios que parte de las investigaciones de la neurociencia para comprender cómo razonan moralmente los seres humanos. Y en último lugar, se encuentra el área en la que esta filósofa ha puesto un gran interés, a saber, la “neuroética conceptual”. Desde esta perspectiva, la neuroética se encargaría de analizar los conceptos clave para esclarecer y examinar los problemas éticos que están en juego en los descubrimientos neurocientíficos y sus aplicaciones. A este respecto, no hay mejor manera de concluir esta reseña que haciendo referencia a dos investigaciones que realiza esta filósofa junto a su grupo de trabajo y que permiten profundizar en estas ideas. El primero es ,“The Need for a Conceptual Expansion of Neuroethics” (2019), en el que realizan una defensa de este enfoque conceptual de la neuroética en las investigaciones neurocientíficas. El segundo es este otro artículo, “Towards Establishing Criteria for the Ethical Analysis of Artificial Intelligence” (2020), en donde hacen hincapié en la necesidad de un análisis conceptual sobre la noción de “inteligencia” para reflexionar, a nivel teórico y práctico, sobre las implicaciones éticas de la inteligencia artificial.

 

*Natividad Garrido Rodríguez es investigadora predoctoral en el programa de doctorado interuniversitario en Filosofía de la ULL.

 

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