Eleonora Cresto (A Model for Structural Changes of Belief)

 


Cresto, E. (2008). A Model for Structural Changes of Belief. Studia Logica, 88, pp. 431–451.

Por José Rafael Herrera González *

 

Nacida en 1971, Eleonora Cresto es licenciada en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires y doctora en Filosofía por la Universidad de Columbia, con la tesis Inferring to the Best Explanation: A Decision Theoretic Approach. Es investigadora del IIF (Instituto de Investigaciones Filosoficas) y del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), siendo su campo de investigación preferente la epistemología formal.

 A estas alturas de los tiempos contamos con un amplio repertorio de teorías filosóficas acerca de cómo se forman y, eventualmente, cambian las creencias de un sujeto. Sin embargo, las teorías formales de la revisión de creencias son menos abundantes, y se centran todas ellas en el comportamiento lógico formal de este tipo de actitudes proposicionales, tal y como se espera que deben sostenerse o ser modificadas por un sujeto epistémico más o menos ideal.

 Los desarrollos formales que presenta Eleonora Cresto en el artículo que nos ocupa, dan cuenta, de una forma interesante y original, de cómo pueden cambiar las creencias de un agente (humano o no; individual o colectivo), ya sea por incorporación de nuevas creencias, por abandono de otras, o, finalmente, por revisión de las mismas (en este último caso, la incorporación de una nueva creencia, que podría ser incongruente con otras creencias previas, requeriría de otras modificaciones puntuales en el sistema de creencias del sujeto). Pero la propuesta de Cresto, además, amplía las teorías estándar de la revisión de creencias, al dar cabida a la representación de lo que denomina “cambios estructurales de creencias” (es decir, un tipo de cambio radical de creencias como los que se dan, aunque no de forma exclusiva, en el ámbito de los descubrimientos científicos).

Los desarrollos lógicos de Eleonora Cresto en este artículo resultan ciertamente interesantes, y consisten básicamente en la introducción de extensiones y restricciones semánticas a la teoría formal de revisión de creencias AGM (siglas que hacen referencia a sus creadores: Alchourrón, Gärdenfors y Makinson). La teoría AGM, propuesta en el año 1985, permite dar cuenta de las características formales de los procesos de revisión de creencias, para lo cual representa los estados de creencias (o conjunto de creencias) de un sujeto como un conjunto de proposiciones lógicas deductivamente cerrado, y en el que son posibles tres operaciones básicas: expansión, contracción y revisión.

 En el artículo de Cresto se proponen una ingeniosa serie de modificaciones de esta teoría en el plano semántico que, como comentamos, permiten dar a cabida a la consideración de cambios estructurales de creencias. Para ello la autora recurre a la novedosa estrategia de correlacionar estados de conocimiento con interpretaciones de un determinado lenguaje formal L, de manera que el estado epistémico de un agente en un momento dado dé lugar a una imagen de “cómo podrían ser las cosas si no hubiera nada más que saber. Este estado epistémico hace referencia a lo que Cresto denomina “trasfondo epistémicamente relevante”, por lo que, en su modelo, y a diferencia de lo que ocurre en las teorías estándar, incluida la teoría AGM, las creencias de los sujetos no se refieren a lo que podríamos concebir como “el estado del mundo considerado en términos absolutos”, sino a dicho “trasfondo”, el cual muestra el estado epistémico de un sujeto en un determinado momento, pero que es susceptible de modificarse en virtud de los mencionados procesos de revisión de creencias.

De esta forma, el modelo propuesto por Eleonora Cresto pone de manifiesto, en palabras de la autora, que “el objetivo de la investigación no puede ser el de asegurar una historia verdadera y completa del mundo, en la medida en que cualquier teoría está obligada a ser provisoria, y se inserta en un contexto más amplio”. Con ello se da una imagen, en muchos aspectos muy ajustada, de cómo evoluciona realmente el conocimiento, y en particular ese tipo especial de conocimiento, que no puede dejar de ser críticamente consciente de su propia provisionalidad, al que denominamos ciencia.


*José Rafael Herrera González es licenciado en Filosofía por la ULL. En la actualidad es profesor de filosofía en el IES José María Pérez Pulido.

Comentarios