Di Gregori, M.C. (1996). Reflexiones sobre escepticismo y relativismo. Revista de Filosofía y Teoría Política. No. 31-32, 410-417.
Por Enrico Brugnami *
María Cristina Di Gregori es profesora titular de Filosofía en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Se doctoró en 1990 por la misma universidad con una tesis titulada Análisis crítico de la concepción Schutziana de ciencia, bajo la dirección de Mario Alfonso Presas. Ha dedicado su trayectoria académica a los campos de la teoría del conocimiento, la filosofía de la ciencia, la fenomenología y la estética, publicando un gran número de artículos académicos, libros y capítulos de libros. Una gran parte de su investigación en estas disciplinas la ha hecho desde una perspectiva pragmatista, centrándose en el estudio de las obras de autores clásicos como Peirce, Dewey, James y Rorty. Actualmente es profesora de Gnoseología en la UNLP, directora del Centro de Investigaciones en Filosofía (CIeFi) e investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET).
En esta reseña nos centraremos en su artículo Reflexiones sobre escepticismo y relativismo, del 1996. Podemos dividir el artículo en dos partes. En la primera parte desarrolla Di Gregori una crítica a la tesis que Víctor Brochard defiende en su obra Los escépticos griegos, según la cual el escepticismo de Pirrón es equivalente a la filosofía desarrollada en la Academia Nueva de Atenas, representada por Carnéades y Clitómaco. En la segunda y última parte considera Di Gregori una nueva tesis, esta vez formulada por Luis Villoro en su artículo Una alternativa al escepticismo. Según Villoro, la teoría del conocimiento que formula Carnéades puede entenderse como un relativismo gnoseológico y no como un escepticismo. Di Gregori critica dicha tesis al considerar que Villoro cae en una suerte de contradicción o confusión conceptual, aunque acepta las líneas generales de su teoría.
Como ya hemos comentado, Brochard asegura que no hay diferencias sustantivas entre el escepticismo de Pirrón y la filosofía de la Academia Nueva. Cristina Di Gregori rechaza dicha tesis y para ello se sirve de la clasificación de la filosofía que hace Sexto Empírico en su Esbozos pirrónicos. Nos dice Sexto que la filosofía se puede dividir en tres clases: dogmática, académica y escéptica. La filosofía dogmática es aquella que asegura que podemos tener un conocimiento verdadero y justificado de la realidad. La filosofía académica, por su parte, afirma que no es posible dicho conocimiento de la realidad. La filosofía escéptica, en cambio, ni afirma ni niega dicho conocimiento, sino que mantiene una suspensión del juicio y propone seguir investigando. Di Gregori entiende que cuando Carnéades afirma que no hay un criterio de verdad no lo está haciendo desde una postura escéptica. Mientras que la persona escéptica no formularía un juicio al respecto, Carnéades sí realiza una afirmación con pretensión de ser verdadera. Esta paradoja ya es motivo suficiente para no aceptar como escépticos pirrónicos a Carnéades y Clitómaco, como sí hace Brochard.
Si la filosofía de Carnéades no es escéptica, ¿qué tipo de filosofía es? Di Gregori plantea, en concordancia con Luis Villoro, que se trata de una filosofía relativista respecto del conocimiento humano. No se trata de un relativismo como el de Protágoras, cuyo factor de relativización es el ser humano, sino de un relativismo que “ofrece criterios de saber, criterios que nos permitirían distinguir lo que sabemos de lo que no sabemos, aunque de un modo puramente local” (p. 3).
A diferencia del relativismo, tanto el escepticismo como el dogmatismo comparten una misma noción de conocimiento. Villoro sostiene que el conocimiento, para la filosofía de corte dogmático, consiste en la búsqueda de una razón infalsable, de un fundamento sólido sobre el que se sostenga. El escepticismo, al considerar que no es posible alcanzar dicho fundamento ni esgrimir razón alguna (ni a favor ni en contra de una tesis), suspende el juicio. Sin embargo, al suspenderlo por no encontrar dichas razones de peso, realmente está aceptando que el conocimiento se da si se encuentran dichas razones y, por lo tanto, concuerda el escepticismo con la noción fundamentalista del conocimiento que mantiene la filosofía dogmática. La nueva propuesta de definición del conocimiento por parte de Villoro, en sintonía con Carnéades, pasa por tres condiciones: eliminar la noción de verdad como necesaria, que el conocimiento esté históricamente determinado y que no haya una limitación del número de razones para justificar una creencia.
Di Gregori, en contra de Villoro, argumenta que el relativismo que trata de formular es contradictorio con otra posición que el mismo filósofo sostiene: un realismo ontológico con un concepto de verdad como correspondencia. Según Di Gregori, al defender esta posición cae Villoro de nuevo en una concepción fundamentalista y dogmática del conocimiento, aunque sea solo en parte. Sin embargo, y a pesar de ser una propuesta epistemológica contradictoria, Di Gregori respalda el relativismo de Villoro y afirma que como modelo teórico general consta de un gran valor.
En conclusión, vemos como Cristina Di Gregori defiende dos tesis en su artículo: por una parte, que el escepticismo de Pirrón no es equivalente a la filosofía de Carnéades y Clitómaco, y por otra parte, que en Carnéades podemos encontrar un relativismo epistemológico alejado de las bases del fundamentalismo clásico. Dado que es un artículo corto no encontramos argumentaciones muy extensas, pero las ideas principales y algunos comentarios del artículo nos parecen muy sugerentes para toda persona que se interese por la epistemología en general y por el escepticismo en particular.
* Enrico Brugnami es investigador predoctoral en el programa de doctorado interuniversitario en Filosofía de la ULL.
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