Netología, una nueva ontología. El filósofo Eugenio Moya reflexiona sobre las tecnocomunicaciones en la Universidad de La Laguna. (Crónica por Miriam Hernández Domínguez)

Eugenio Moya, Catedrático de Filosofía por la Universidad de Murcia y coordinador del Máster y del Doctorado  Interuniversitario de Investigación en Filosofía, ha participado este viernes 17 de noviembre en las actividades programadas por la Sección de Filosofía de La Universidad de La Laguna, con la ponencia Cliqueo, luego existo. La filosofía en la Era de internet. En ella, ha razonado sobre la retroalimentación indisociable de la filosofía y las tecnologías de la comunicación.

Moya miró al pasado. Platón reflexionó en su época sobre las ambivalencias de la escritura, en el mito que cierra su diálogo el Fedro, Nietzsche utilizó una de las primeras máquinas de escribir de la historia y esto podría afectado a su estilo aforístico.  El caso es que las tecnologías inciden en cómo pensamos y escribimos. Con las redes, del buceo, el profundizar, hemos pasado a otras métaforas, a la navegación y al surfing en un recorrer frenético a través los hipertextos.

Su objetivo fue mostrar las potencialidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías de la comunicación para la transformación de la realidad, a partir de la creación de nuevas formas de conocimiento, ciudadanía o poder. En este sentido, incidió en “la construcción tecnocientífica o tecnológica de las sociedades” con especial mención de las redes y sus usos.

   

Una de las grandes novedades que introducen estos nuevos modos de intercambio de comunicación es, según el filósofo, el paso de las redes tecnodirigidas, centralizadas, jerárquicas y unidireccionales hacia redes tecnocomunicativas, descentralizadas y poliárquicas.  Esto es, la topología propia de internet, en la que los flujos de información ya no dependen de un centro. 

Ahora, la primacía reside en el movimiento de los agentes, en lo que hacen y en  lo que dicen y cómo se viralizan contenidos y mensajes.  La autorganización es lo que propicia la emergencia de nuevos conceptos tanto en la epistemología como en la política.

  

Finalmente, Moya plantea el alcance de las tecnologías que, desde un punto de vista político, posibilitan la conformación de un espacio público en el que las ideas puedan ser compartidas. La suya, es una apuesta por la apertura cognitiva, la democratización del conocimiento y el carácter emancipatorio de las tecnocomunicaciones. El enriquecimiento cultural y filosófico pasa, en nuestro contexto, por los vínculos democráticos que fomentan las nuevas comunicaciones.