En recuerdo de Javier Muguerza
Cuarenta y siete años después…
Pablo Ródenas Utray
Como recuerdo del filósofo Javier Muguerza, fallecido en
Madrid el día 10 de abril de 2012, adelanto un fragmento del prólogo del libro
colectivo que pronto publicará la Universidad de La Laguna con el título de “Repensar
la Filosofía. Ensayos desde la perplejidad. Homenaje a Javier Muguerza”. Recoge
en pocas palabras su labor filosófica en Canarias y sus intensa relación con
las Islas, a las que tanto amó.
Javier Muguerza llegó a
las Islas Canarias a finales de 1972, donde ejerció su magisterio filosófico durante
cinco intensos cursos académicos. Han pasado desde entonces cuarenta y dos años
más, pero no han sido de olvido. En ningún momento su presencia se ha
desvanecido en la filosofía de La Laguna. Tres hechos singulares lo muestran. Primero,
en 2007 fue investido doctor honoris
causa por la Universidad de La Laguna. Después, en 2012 empezó a funcionar
la Cátedra Cultural que lleva su nombre. Y muy pronto, por último, abrirá sus
puertas el Fondo Bibliográfico en el que, de forma ordenada, se podrán consultar
todos los libros y papeles que generosamente donó, también en la ULL.
Son ejemplos claros del
agradecimiento canario y lagunero por su labor universitaria. Aunque no hay
sido menor su gratitud hacia la ULL, a la que siempre consideró la suya. Como
irrefutable testimonio sirva esta declaración solemne: la de La Laguna es “la
Universidad que más he amado en mi vida, en la que más feliz he sido por encima
o por debajo de cualesquiera dificultades que hayan podido presentarse y de la
que nunca me debería haber marchado… por no añadir que siempre estaré dispuesto
a venir a ella, como lo he hecho hasta ahora, cuandoquiera que se me pida que
lo haga”. Dio conferencias en todas las Islas que le reclamaron. En Las Palmas
fue codirector con Ernesto Garzón Valdés de las Jornadas bianuales que organizó
Tony Murphy con el título de “Los Encuentros de Canarias”, durante una década
entera, desde 2008, en la Fundación Mapfre, que luego se publicaron en
puntualmente en cinco magníficos libros.
Este afectuoso doble
vínculo solo puede ser explicado a partir de dos premisas inseparables: por un
lado, la generosa labor académica desplegada por Muguerza en las aulas, y por
otro, el extraordinario contexto en el que se dio esa labor: los años de la transición
del viejo régimen dictatorial (con toda su represión general y particular en
las Universidades) a otro que aspiraba a ser democrático (con derechos de
ciudadanía y libertades plenas). De hecho, Javier Muguerza llegó a las Islas
semidesterrado, como casi medio siglo antes —salvando la distancia y las
diferencias— había llegado Unamuno. Semidestierro que él supo convertir en
feliz transtierro, o empatriamento en las Islas, por usar los
términos que su querido José Gaos usó para calificar su exilio mexicano.
No en vano, como recordé
en otro lugar, en un contexto de gran ebullición social, el profesor Muguerza
se convirtió en uno de los paladines de las exigencias democratizadoras, desde
actitudes pluralistas, solidarias y tolerantes. En La Laguna, la creación
filosófica del profesor Javier Muguerza fue muy fructífera. No sólo terminó de
escribir otra importante serie de estudios sino que, además, en su periplo
lagunero, el profesor Muguerza publicó diferentes ensayos que formaron parte de
su proyecto filosófico general de concebir la ‘filosofía como meditación en
torno a la razón’ y del proyecto particular de ‘autocrítica de la razón
analítica’ que por entonces le ocupaba. Asimismo, el doctor Muguerza se ocupó
en su etapa canaria de impulsar la investigación y la carrera docente de muchos
jóvenes profesores, puesto que bajo su estímulo se pusieron en marcha proyectos
de investigación, se leyeron tesinas y tesis, se prepararon idoneidades,
titularidades y cátedras varias, además de múltiples plazas de Institutos. Si
se añade el impacto docente de sus clases, seminarios y masivas conferencias,
es fácil comprender entonces el porqué del grato recuerdo que mantenemos
aquellos que tuvimos la suerte de compartir con él diferentes momentos en
aquellos cruciales años para España y para Canarias, y, en concreto, para la
filosofía de las Islas y de la Universidad de La Laguna.
Por eso, la Cátedra
Cultural Javier Muguerza organiza anualmente Jornadas filosóficas de Primavera
y de Otoño, tratando de ayudar a la información, investigación y divulgación
filosófica en el Archipiélago. Han pasado por estas Jornadas en los últimos
siete años filósofos y filósofas de diferentes especialidades, vinculados de
una u otra manera a Javier Muguerza. Así, Ernesto Garzón Valdés, Elías Díaz,
Miguel Ángel Quintanilla, Victoria Camps, Luis Vega Reñón, Carlos Thiebaut,
Manuel Fraijó, José María González García, J. Francisco Álvarez, Cesar
Rendueles y María Xosé Agra, entre otros. Cada una de sus conferencias —algunas
publicadas en Laguna. Revista de
Filosofía, publicación que no ha dejado nunca de colaborar con la Cátedra—
han sido, de hecho, sentidos homenajes a la obra de Muguerza.
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