Anna Stany (1948)
Laura García*
Conocí a Anna Estany en el congreso internacional de Lógica, Metodología y Filosofía de la Ciencia celebrado en Praga en Agosto de 2019. Comenzamos a hablar porque era la encargada de presentar nuestra comunicación. Nos contó que conocía la Universidad de La Laguna, y que había sido muy amiga de nuestra querida Amparo (catedrática de Lógica y Filosofía de la Ciencia en esta Universidad, fallecida en 2018). Yo no había oído hablar de ella, así que después del congreso me informé sobre su trabajo como filósofa de la ciencia. Su libro La fascinación por el saber me resultó especialmente ilustrador con respecto a la situación actual de la filosofía de la ciencia, y por ello la he elegido a ella para este mes de marzo.
Anna Estany (Balaguer, 1948) es doctora en filosofía por la Universidad de Barcelona y “Master of Arts” por la Universidad de Indiana. Actualmente es catedrática de filosofía de la ciencia en el Departamento de Filosofía de la Universidad Autónoma de Barcelona, así como miembro fundador del Centro de Estudios de Historia de la Ciencia de la misma y miembro del grupo financiado por la Generalitat e Catalunya GEHUCT (Grup d´Estudis Humanístics sobre Ciència i Tecnologia). Forma parte de la Sociedad Española de Lógica, Filosofía y Metodología de la ciencia y ha publicado diferentes libros, entre los cuales destacan Modelos de cambio científico (1990), Introducción a la filosofía de la ciencia (1993) o Manual de prácticas de filosofía de la ciencia (2001), y distintos artículos publicados en revistas de ámbito nacional e internacional. Cabe destacar que ha sido investigadora principal de distintos proyectos I+D dedicados a estudiar la innovación y creatividad en la práctica científica y que ha colaborado en otros de ámbito internacional con el Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM.
En La fascinación por el saber (2001) encontramos un libro que trata un tema clave para la filosofía de la ciencia, pues analiza el conocimiento desde distintas perspectivas y teniendo en cuenta los factores implicados en “la actividad humana de saber cómo es el mundo, qué ocurre en él y por qué ocurre”. Este ensayo tiene como objetivo acercarse al conocimiento humano como con un “caleidoscopio conceptual”, de forma que permita reflejar las diferentes imágenes que se tienen del conocimiento cuando es examinado desde los distintos ángulos. En esta obra se reflexiona sobre el conocimiento humano, un tema constante en la historia de la filosofía. Estany nos muestra que lo más genuino de la actividad filosófica recae en la capacidad recursiva de los humanos de interesarse por conceptualizar la realidad y conceptualizar las conceptualizaciones. En general, podemos decir que el libro pretende dar una visión panorámica del análisis filosófico del conocimiento, pero centrándose en las conexiones entre los diversos factores que componen la teorización del conocimiento humano. Todo este estudio, nos dice Estany, debe realizarse ante los nuevos elementos en el campo de la investigación filosófica y ante dos circunstancias que se han acentuado en el siglo XX. Por una parte, que la filosofía se ha desprendido de las ciencias empíricas como la psicología y la sociología, esto se convierte en un problema si tenemos en cuenta que las cuestiones psicológicas y sociológicas siguen ejerciendo un papel en las teorías del conocimiento, con lo cual se refuerza la idea de que la filosofía no puede fundamentarse en sí misma porque depende de ciencias empíricas. Por otra parte, se señala que la filosofía se ha especializado tanto que no solo se ha consagrado la división entre filosofía moral y política, filosofía de la ciencia y estética, sino que a su vez cada una de estas grandes divisiones se ha subdividido.
En definitiva, podemos decir que el trabajo de Estany supone una importante aportación a la filosofía de la ciencia y que, como el título de su libro, su pensamiento está marcado por la fascinación por el saber. En ella encontramos un ejemplo de investigadora que hacen de nuestro país un lugar donde la filosofía sigue viva.
* Laura García Díaz es investigadora en el programa de doctorado interuniversitario en Filosofía de la ULL.
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